sábado, 19 de noviembre de 2011

lunes, 7 de noviembre de 2011

Cúmulo de sucesos inesperados... Contado por Brugals


Desde luego un día para olvidar, más que nada lo cuento porque a mí me hizo mucha gracia, aunque a Natalia ni pizca, pero ahora sabremos todos porqué.

Empecemos con los hechos. Todo empezó la mañana del lunes cuando me dispuse a coger mi coche para ir al trabajo, que me di cuenta de que estaba pinchado, así que le pedí el coche a Natalia para poder ir a trabajar. Hay que destacar que Natalia tenía turno de tarde, y que las llaves de la gasolinera estaban dentro de su coche.

Al volver del trabajo Natalia me recalcó que cambiara pronto la rueda, para así poder llevarle el coche y coger las llaves para cerrar a la noche. Yo, con mi típica frase de "aún hay tiempo", me eché una siestecilla, que a pesar de que Natalia me llamó a las 6 de tarde, yo alargué en el tiempo hasta eso de 20:30 horas. Al levantarme me di cuenta de que no solo hacía un frío aterrador, sino de que tenía el tiempo justo para cambiar la rueda y salir pitando a llevarle su coche, así que me puse manos a la obra.


Salí al coche a la carrera y dispuesto a hacer de mecánico de Ferrari para que Natalia no se enfadara aún más, puesto que ya estaba mosqueailla porque era muy tarde. Cogí las herramientas y me dispuse a cambiar la rueda. Empecé con un pequeño contratiempo que me hizo perder media hora, puesto que no era capaz de quitar el tapacubo de la rueda, yo empezaba a sudar un poco viendo la bronca que me caería. A todo esto había un chaval paseando su perro por los alrededores, me vio un poco apurado y atascado, a lo que se acerco a prestarme su ayuda. Estuvimos intentando quitar el tapacubo pero no había manera, hasta que el chaval se acerco a su casa a coger un par de destornilladores para hacer palanca, al final pudo quitarlo. Así que me dispuse a quitar la rueda, a todo esto ya habían pasado tres cuartos de hora, el tiempo se me echaba encima.


Puse el gato y con la llave de tubo empecé a aflojar los tornillos, el primero bien, el segundo mejor, el tercero perfecto, pero el cuarto se me atrancó un poquito, no había manera de quitarlo, por lo que empecé a golpear la llave de tubo con el pié hasta que termine rompiéndola. La cosa empezaba a complicarse un poco.
 El chaval que estaba ayudándome fue a su coche a buscar su llave de tubo para ayudarme, pero resulta que era de un calibre mas pequeño que la mía y no servía. Así que fui a pedírsela a mis vecinos, pero resulta que tenían el coche en el taller. Entonces caí que Natalia obviamente tendría una llave de tubo en su coche, así que decidí ir a buscarla. La cosa empezó a torcerse aún más cuando fui a abrir su coche y rompí la llave, quedándose dentro de la cerradura de la puerta y yo con el mango en la mano. Mi cara y todo lo que se paso por mi mente es algo imposible de describir con palabras, un coche con la rueda pinchada y yo sin herramientas para cambiarla, y el otro coche con la llave rota y yo sin poder abrirlo. Entonces empieza a llamarme Natalia por teléfono, entonces caí en que ya eran las 10 de la noche y Natalia tenía que cerrar la gasolinera, lo que ella no sabía aún era que no tenía llaves para cerrar ni coche para ir a buscarla. A todo esto el chaval que estaba ayudándome estaba atónito viendo mi situación, le comente lo que pasaba, yo creo que se pensó que era una especie de timo o algo similar, y que lo próximo sería pedirle dinero para el autobús, porque el chaval salio de allí corriendo con una cojetada, dejándome solo ante el peligro. A todo esto mi móvil empezaba a quedarse sin batería...


Tuve que contestar al teléfono, a pesar de que sabía que su enfado había crecido exponencialmente, así que decidí aguantar el chaparrón y tener alguna buena salida para amortiguar la bronca. Le puse al tanto de la situación, a pesar de que ella no se diera crédito a lo que estaba pasando, y me arme de confianza para decirle que todo estaba bajo control y que lo solucionaría, que no se preocupase. No me lo creía ni yo, pero la vida a veces te pone a prueba de la manera mas inverosímil que puedas esperarte, y no que me quedaba mas remedio que improvisar ya que tenía poco tiempo y poco margen de error. Después de meditar la situación decidí que lo mejor sería ir a la gasolinera para ir a buscar una llave de tubo, y así poder arreglar la rueda, aunque ya de poco valdría puesto que no tenía llaves para cerrar, pero algo era algo, y no había planes mejores. Fui a buscar la bicicleta mientras me convencía a mi mismo que no había tanto frío para montar en bici a las 10:30 de una noche fría de invierno, pero la bicicleta no estaba, por lo que llegué a la conclusión de que la había cogido Natalia para ir a trabajar, a lo que le sumas que compartía turno con David que no tiene coche.

El análisis de la situación era que yo no tenía coche para ir a buscarla, ella no tenía coche para venir a casa, y lo que es peor aún, no tenía llaves para cerrar el negocio. Yo creía que la cosa no podía complicarse más aún, pero iluso de mí... Después de estar pensando como ir a la gasolinera sin coches y sin bici en un alarde de ingenuidad y momento de esplendor mental caí en que podía ir en la moto, ahí no estuve muy avispaillo que digamos. Así que cogi la moto y me puse a maniobrar para sacarla, cuando ya lo tenía todo listo observé que el coche de Natalia estaba aparcado justo en la puerta, por lo que no podía sacar la moto de casa, y como no podía moverlo porque no había roto las llaves la situación complicaba aún mas...


Estuve haciendo cálculos mentales, y me fijé que el coche estaba algo desplazado hacia un lado de la puerta (el lado contrario por el que suelo sacar la moto), así que pensé que con la mañana suficiente y un poco de paciencia, la moto podía salir perfectamente sin problemas. Estuve maniobrando a pulso una moto de más de 500 Kg. sin arrancar (puesto que el ruido que hace y a las 11:00 de la noche despertaría a todo el barrio) durante 10 minutos hasta que logre posicionarla correctamente. Desgraciadamente el único lado por el que podía sacar la moto era el del lado de la puerta que no tiene fechillo al suelo, por lo que debería tener cuidado. Empecé a sacar la moto con suavidad, con una mano en la puerta para que no se cerrara y la otra en el manillar esquivando el coche mientras hacía fuerza con las piernas para avanzar poco a poco.
Llego un momento en que la moto estaba casi fuera y necesitaba ambas manos para maniobrar, así que solté la puerta y seguí avanzando con la moto. Entonces llegó un momento en que me había quedado sin ángulo de giro, así que tenía que retroceder la moto apenas unos centímetros para poder reorientarla un poco y así poder sacarla. Sin darme cuenta la puerta se había cerrado y mientras yo avanzaba con la moto se había quedado encajada entre la alforja, el intermitente y la culata, de tal forma que la moto se había quedada atrancada por detrás y no podía retroceder, así que tenía que echarla un poco mas para adelante para intentar sacar la puerta, pero al darle un poco para adelante la moto quedo atrapada con el el disco de freno y la maneta con el coche, forzando aún más la puerta por la parte de atrás. Entonces fue cuando la moto quedo encajada entre la puerta y el coche sin hueco ni opción de moverse, estaba encajada como las piezas de un reloj sin poder desplazarse ni un solo centímetro.


La situación se me había ido de las manos, ya no me quedaban opciones y Natalia llevaba más de una hora esperando a que fuera a recojerlg, en realidad lo que iba a recoger era la llave de tubo para poder arreglar la rueda y así ir de nuevo a recogerla, aunque realmente mi plan era ir a Huelva a buscar la llave del padre para que al volver pudiera cerrar la gasolinera y no se enfadara tanto. La única opción ya que los coches estaban inmovilizados, era sacar la moto de ahí como fuera, así que decidí ir a buscar las herramientas y desmontar el sillín de la moto, así podría quitar las alforjas y desmontar la culata, y con un poco de suerte la moto tendría margen para sacarla. En ese momento me llama de nuevo Natalia, mucho más cabreada que antes, la puse al tanto de la nueva situación, entonces me rogó que no hiciera nada más, que me quedara sentado y que esperara a Felipe que vendría a ayudarme. Decidí hacerla caso, aunque realmente no creía que la situación pudiera ir a peor, aunque ella estaba segura de que sí que podría ir a peor, se le había metido en la cabeza que cuando ella llegara a casa, Dios sabe a que hora, estarían allí los bomberos o la ambulancia, y que lo siguiente que pudiera pasarme sería una desgracia.
Entonces me quede allí quieto con el río fumándome un cigarro esperando a que llegara Felipe. Cuando llegó no podía explicarse como había llegado a esa situación, así que decidimos en primer lugar sacar la moto, ya que no podía dejarla ahí puesto que no se podía pasar por la acera porque la moto estaba cruzada. La levantamos en peso y la sacamos fuera; ya nos encargaríamos después de pensar como meterla dentro de nuevo, puesto que estaba comprobado por mí mismo que la moto no cabía por ese espacio.


Luego intentamos forzar la cerradura del coche de Natalia para que al menos pudiera cerrar la gasolinera, pero no fue posible, no encontrábamos ni alambre para abrir el coche, ni cuerda suficientemente larga. Así que él fue en su coche a la gasolinera a buscar la llave de tubo mientras yo empecé a fregar los platos como un descosido, ya que si al volver Natalia si a parte del percal que me había metido llega a ver todos los platos sucios y la cocina sin hacer, la bronca iría a límites insospechados.
Cuando regresó Felipe yo ya había terminado la cocina a una velocidad voráz, de hecho eso sería lo único que habría hecho correctamente en todo el día. Entonces cambiamos la rueda y nos dispusimos a ir a la gasolinera a inflar la rueda de repuesto e ir a buscar a Natalia. Justo sacando el coche del aparcamiento aparece Natalia con el padre que había venido a cerrar la gasolinera, y para colmo justo en ese momento otro coche me quitaba la plaza de aparcamiento. Una vez en casa y metida la moto a pulso de nuevo y como guinda del pastel al ponerle la funda a la moto no se con qué se engancho que la raje entera. Creo que era el momento de irme a dormir y que terminara ese día maldito.


En conclusión, lo mejor de todo es que hubiera seguido durmiendo la siesta, sobre la bronca que me llevé ese día,.... es otra historia... aunque sigo pensando que yo solo soy una víctima de un cúmulo de sucesos inesperados...

sábado, 10 de septiembre de 2011

miércoles, 7 de septiembre de 2011

martes, 3 de mayo de 2011

domingo, 3 de abril de 2011

Boda del Chino



Algunos miembros del Team asistieron a la Boda del Chino y María del Mar, un gran evento que se hizo esperar muchos años y donde se lo pasaron de puta madre estos cabrones. Como siempre y para variar dieron la nota hasta que consiguieron rodearse de todo el personal juvenil en la misma mesa y ponerse a desvariar hasta altas horas de la noche. Un gran día.



domingo, 6 de marzo de 2011

Carnaval de Ayamonte 2011



Otro año más a la calle, este año ambientazo en Ayamonte, al que a la directiva del Team se les unió Carlos y Mou, que pusieron su puntito a la noche, que como siempre, acabo a las claras del día un año más.



También vinieron las respectivas sufridoras novias de los miembros del Team del EJT, con algunas amigas, que llegaron a liarla incluso mucho más que los miembros del Team. Todo empezó con un botellón donde poco a poco se veía venir que la noche tendría sus frutos. En esta ocasión Patxi no los acompaño con su traje de bailarina, menos mal.....

Un sin fin de situaciones inesperadas sucedieron esa noche, que poco a poco veían como la peña se iba a dormir cada vez que ellos pedían de nuevo un copazo para intentar que la noche no llegara a su fin. No importaba el frío que llegara a caer, ellos mantenían el tipo como cuan gamberro robando calzoncillos en playa alta de un tendedero, aguantaron el tipo como campeones y se negaron a entrar siquiera en ningún bar, se quedaban en las barras de fueron con dos cojones bien puestos.

Pasaban las horas y ellos cada vez estaban mas doblados, llegando al punto de tener que recogerse del suelo entre ellos mismos mientras se ayudaban unos a otros porque no se podían mantener en pié. Fue algo vergonzoso que llego a pasar desapercibido debido al alto grado de perplejía que emanaba de aquel ambiente fiestil.
Al final, ya de día todos para casa a reflexionar sobre la pésima jornada y mal ejemplo dado a lo juventud, que así ha salido....



martes, 25 de enero de 2011

Copitas en Ayamonte




Otro finde de copitas en Ayamonte, y como hacía tela de tiempo que no actualizaba el blog, pos ahí queda una fotito, ále!


sábado, 1 de enero de 2011

Fin de año en Ayamonte



Otro fin de año juntos, esta vez se unió Mou y Espe, así que estuvieron de copas toda la noche por los diferentes bares de copa de Ayamonte mientras hacían planes de adelgazamiento para el próximo año que se avecinaba.... como siempre....